PROBLEMAS METABÓLICOS Y ENDOCRINOLÓGICOS
CAPÍTULO3-
Manejo de la disfunción tiroidea por el médico de familia
Bocio
Se define como cualquier aumento de la glándula
tiroides, que puede deberse a defectos de biosíntesis,
déficit de yodo, enfermedad autoinmunitaria y enfermedades
nodulares. Estos trastornos provocan bocio por mecanismos
diferentes. En el déficit de yodo hay una disminución
en la síntesis de hormonas tiroideas, lo que provoca
aumento de la TSH, que estimula el incremento de tamaño
de la tiroides como mecanismo compensador para superar el
bloqueo de la síntesis hormonal. En la enfermedad
de Graves el bocio se debe principalmente a los efectos
de las TSI mediados por el TSH-R. La forma bociosa de la
enfermedad de Hashimoto se produce por defectos de la síntesis
hormonal, lo que conduce a una elevación de los niveles
de TSH y sus consiguientes efectos sobre el crecimiento
del tiroides. La enfermedad nodular se caracteriza por el
crecimiento desordenado de los folículos tiroideos,
a menudo combinado con el desarrollo gradual de fibrosis.
La nomenclatura del bocio es compleja y difusa, ya que las
distintas denominaciones son fruto de visiones parciales.
El bocio se puede clasificar:
a) Según su morfología: difuso y nodular (nódulo
solitario y bocio multinodular).
b) Según su etiología: bocio simple o coloideo,
dishormonogénico (defecto congénito de la
síntesis hormonal), autoinmune (tiroiditis crónica,
enfermedad de Graves Basedow), inflamatorio (tiroiditis
aguda o subaguda) y tumoral (benigno o maligno).
c) Según su tamaño se emplean las clasificaciones
de OMS de 1986 y de 1994, ambas de uso en la literatura
(Tabla 2).
d) Según su funcionalidad: eutiroideo, hipertiroideo
o hipotiroideo.
Bocio simple
Se denomina bocio simple al aumento
de la glándula tiroides que no se debe a la existencia
de una enfermedad tiroidea autoinmunitaria, una tiroiditis
ni una neoplasia maligna. El bocio simple es la enfermedad
más común del tiroides.
Sus factores etiológicos están relacionados
con el yodo: déficit de ingesta, aclaración
renal aumentado, exceso de aporte, aumento de pérdidas
fecales; con factores endógenos: genéticos,
aumento de necesidades –pubertad, embarazo–;
con agentes bociógenos: alimentos (col, coliflor,
berza, berro, rábano, maíz, coles, habas,
algas…), ambientales, fármacos (amiodarona,
litio, contrastes radiológicos, antisépticos,
fármacos con yodo -jarabes, lugol…-, tiouracilos,
tiocinatos, nitratos…).
Puede ser esporádico o endémico. Se habla
de bocio endémico cuando más de un 10 por
ciento de la población general presenta un bocio
grado I o mayor (OMS). Salvo en contadas regiones, donde
operan otros factores causales, la etiología común
de este bocio es la deficiencia de yodo.
El bocio simple es asintomático a no ser que sea
muy grande y comprima órganos vecinos (en estos casos
generalmente se trata de un bocio multinodular). Hay ausencia
de alteraciones hormonales. En las zonas de endemia se evidencian
prevalencias superiores de bocio nodular, hipotiroidismo,
carcinoma tiroideo folicular anaplásico y el infrecuente
sarcoma tiroideo y el cretinismo endémico cuyo riesgo
depende de la gravedad de la endemia. Las dos formas clínicas
son la neurológica (retraso mental, sordomudez, síndrome
piramidal, ataxia extrapiramidal y estrabismo en pacientes
eutiroideos) y la mixedematosa (hipotiroidismo severo, enanismo,
mixedema cutáneo y retraso mental). Los programas
de detección precoz y la profilaxis con yodo son
las herramientas para evitar su aparición y/o sus
complicaciones.
El bocio simple esporádico es un bocio difuso, no
nodular, eutiroideo, sin alteraciones inmunológicas,
detectado en zonas sin endemia bociógena y menos
prevalente que el bocio multinodular (1:10).
El bocio simple precisa un control clínico anual
que incluya exploración del tiroides, medida del
perímetro cervical y anamnesis sobre signos y síntomas
de disfunción tiroidea.
Normalmente no necesita tratamiento, aunque a veces se da
levotiroxina para frenar la TSH y evitar la posible evolución
a bocio multinodular. Se mantiene de 6 a 12 meses. La tiroidectomía
subtotal puede estar indicada en los bocios de gran tamaño
o intratorácicos.
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