En este caso,
son precisas pruebas diagnósticas sólo disponibles en el ámbito
hospitalario, como la fibrobroncoscopia para LBA y biopsia transbronquial, la
pletismografía (para confirmar el trastorno restrictivo encontrado en la
espirometría forzada), o la gammagrafía con galio.
El tratamiento
incluye inicialmente corticoides orales, pero puede requerir, si se produce una
respuesta inadecuada o insuficiente, de inmunosupresores, oxigenoterapia, etc.,
productos y técnicas de indicación por atención especializada.