RESPUESTA CORRECTA | |
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Iniciar tratamiento con morfina de liberación normal 10mg/4 horas y si
dolor morfina de liberación normal 10 mg | |
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RESPUESTA COMENTADA DE LAS OPCIONES ANTERIORES:
El
dolor visceral es un dolor de fácil control con opioides. Al ser un dolor
de intensidad severa con EVN de 8 y estar en tratamiento con dosis máximas
de tramado, se debe pautar un opioide de tercer escalón. Tabla 2 y 3. ¿Cuál
es el opioide potente de elección? Dado que existen pocos estudios aleatorizados
controlados (EAC) que hayan realizado comparaciones directas entre los diferentes
opioides, el Grupo de Trabajo de Expertos en Analgésicos Opiáceos
de la Asociación Europea de Cuidados paliativos (AECP) define a la morfina
como el opioide de primera elección para el dolor oncológico moderado-severo
(grado de recomendación C). Ninguna de las alternativas a la morfina ha
demostrado ofrecer ventajas que la hagan superior como opioide oral de primera
línea para el dolor oncológico.
La dosis de inicio se determinará
según el tratamiento analgésico previo. Los pacientes que hayan
estado recibiendo ya regularmente un opioide del segundo escalón, comenzarán
con 10 mg cada 4 horas. Si se omite el segundo escalón de la escalera analgésica
o se trata de un paciente muy anciano, se iniciará con 5 mg de morfina
de liberación normal administrada cada 4 horas (grado de recomendación
C). A la hora de acostarse para suprimir la dosis de madrugada se administrara
una dosis doble (grado de recomendación C) .Durante la fase de ajuste de
la dosis, es preferible utilizar una formulación de morfina que consiga
un rápido inicio y una corta duración de acción, para poder
alcanzar antes el equilibrio ya que con la morfina de liberación retardada
resulta más difícil evaluar rápidamente si la analgesia es
adecuada y ajustar la dosis durante el periodo de determinación de la dosis
óptima (grado de recomendación C) .Dosis de rescate: Con frecuencia
el paciente oncológico en situación terminal a pesar de tener un
buen control analgésico con opioides mayores, presenta episodios de dolor
irruptivo. Estas crisis de dolor pueden aparecer de forma espontánea e
inesperada o desencadenarse por algún incidente de la vida diaria como
toser, defecar, orinar o moverse. Los pacientes estabilizados con un opioide mayor
requieren en todo momento acceso a una dosis de rescate para controlar el dolor
irruptivo ( grado de recomendación A) . El método más simple
para ajustar la dosis es con una dosis de morfina de liberación normal
administrada cada 4 horas y con la misma dosis para el dolor irruptivo. Esta dosis
de "rescate" o "extra" puede administrarse con la frecuencia
necesaria, hasta una vez cada hora, anotando la dosis total diaria de morfina
recibida por el paciente. De esta forma puede ajustarse la dosis regular teniendo
en cuenta la cantidad total de morfina de rescate (grado de recomendación
C). En general, si el paciente necesita 3 o mas recates al día, se incrementa
la dosis diaria total (DDT) de morfina oral en un 30-50% de la DDT. Cuando se
controla el dolor, la DDT se administra como morfina de liberación retardada
cada 12 o 24 horas, según la opción elegida (grado de recomendación
C). La dosis de rescate será 1/6 de la DDT o de un 10-15% de la DDT de
morfina (grado de recomendación C) . Deberá continuarse el tratamiento
con laxantes que el paciente tomara cuando estaba en tratamiento con tramadol
para evitar cuadros de estreñimiento. "La misma mano que prescribe
un opioide débil o potente, debe prescribir un laxante". El estreñimiento
en estos pacientes puede predisponer a cuadros de psudoobstrucción intestinal,
incluso cuadro de obstrucción intestinal, y en este caso concreto predisponer
la aparición de episodios de encefalopatía hepática.