RESPUESTAS CORRECTAS | |
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*Mio-pericarditis aguda | |
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La pericarditis aguda es un síndrome clínico
que se caracteriza por dolor torácico, roce pericárdico
y alteraciones electrocardiográficas evolutivas, secundario
a la inflamación del pericardio. El diagnóstico
es clínico, pudiendo hacerse cuando existen dos de los
tres criterios: el dolor torácico es el principalmente
síntoma, generalmente se localiza en la región
retroesternal y precordial izquierda, y de forma típica
se irradia al cuello, aumenta con la tos, la deglución
y la inspiración profunda, y se alivia con la sedestación
y la inclinación del tórax hacia delante; el roce
pericárdico es el hallazgo fundamental en la exploración
física, se oye mejor en la parte inferior del borde esternal
izquierdo, con el paciente sentado, inclinado hacia delante
y en espiración forzada; la seriación del ECG
es muy útil para confirmar el diagnóstico, los
cambios pueden ponerse de manifiesto a las pocas horas de iniciado
el dolor, en primer lugar se produce una elevación del
segmento ST de concavidad superior, presente en todas las derivaciones
salvo en aVR y V1, en una segunda fase (varios días después)
se normaliza el segmento ST y se inicia el aplanamiento de la
onda T; y en un tercer estadio se produce la inversión
de las ondas T, con normalización posterior en semanas
o meses (imágenes 5 y 6 ). La radiografía de tórax
es normal en ausencia de derrame pericárdico (imagen
7). Es conveniente hacer una medición de enzimas cardiacas
para descartar una miocarditis asociada. La ecocardiografía
sólo ha de realizarse ante la sospecha de un derrame
o una miocarditis asociada.
Los síndromes coronarios agudos (con ascenso o descenso
del ST) obedecen a la rotura de una placa de ateroma con obstrucción
brusca, total o subtotal, de la luz coronaria; espontáneamente,
la lisis del trombo permite la desaparición de la isquemia
y del dolor, pero la persistencia del trombo en ausencia de
circulación colateral puede dar lugar a una isquemia
prolongada (> 20-30 minutos) con necrosis miocárdica,
alteraciones electrocardiográficas específicas
en las derivaciones correspondientes a la zona cardiaca afectada
según la coronaria obstruida (imágenes 8 y 9)
y elevación enzimática. En los síndromes
coronarios agudos las alteraciones electrocardiográficas
no son difusas ni el dolor persiste durante 48 horas.
La repolarización precoz es una variante de la normalidad
que consiste en una elevación del segmento ST de concavidad
superior y con ondas T (+) que asemeja los cambios propios de
la pericarditis aguda. El dato distintivo más fiable
es observar la evolución del ST, que cambia en la pericarditis
aguda mientras que se mantiene sin modificaciones en la repolarización
precoz (imagen 10).
El embolismo pulmonar ha de estar presente en el diagnostico
diferencial de los grandes síndromes cardiovasculares:
la disnea y el dolor torácico, sobretodo en pacientes
con factores de riesgo (trombofilia conocida, encamamiento prolongado,
cirugía previa, antecedentes de ETV previa, etc) o cuando
la radiografía de tórax y el ECG no orientan el
diagnóstico hacia otra etiología.
En el presente caso, las características del dolor, las
alteraciones electrocardiográficas y el movimiento enzimático
permiten realizar el diagnóstico de una mio-pericarditis
aguda.