RESPUESTA CORRECTA |
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2 * Seguimiento electrocardiográfico de todas
las pericarditis |
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RESPUESTA COMENTADA DE LAS
OPCIONES ANTERIORES:
Las alteraciones electrocardiográficas
de la pericarditis aguda son evolutivas, por lo que conviene
seriar los ECG para confirmar el diagnóstico y valorar
precozmente alteraciones que sugieran la presencia de complicaciones:
voltajes pequeños, alternancia eléctrica, etc.
La presencia de mínimos derrames pericárdicos
es frecuente en la mayoría de las pericarditis agudas
y no requiere tratamiento específico, solo en caso de
derrame purulento o tuberculoso o si existe deterioro clínico
o hemodinámico del paciente, estaría indicada
la realización de una pericardiocentesis.
En los pacientes ambulatorios la mayoría de las pericarditis
se presentan como una enfermedad primaria (idiopáticas
o virales) y no está justificado el estudio etiológico
ya que la enfermedad se resuelve de manera satisfactoria sin
secuelas en la mayoría de los casos: una pericarditis
que se autolimita en pocos días o que cursa de forma
recidivante con claros intervalos asintomáticos entre
los brotes es prácticamente siempre de origen idiopático/viral.
El curso clínico prolongado o la presencia de derrame
pericárdico o de taponamiento son inespecíficos,
ya que una pericarditis idiopática/viral puede tener
un curso clínico prolongado o cursar con derrame y taponamiento;
no obstante, en términos relativos, ambas complicaciones
son más frecuente en las pericarditis tuberculosas. La
biopsia pericárdica debe restringirse a los enfermos
con taponamiento recidivante tras la pericardiocentesis.
En ausencia de clínica compatible y de alteraciones enzimáticas,
tampoco está justificada la realización de ecocardiografías
para valorar la función sistólica del ventrículo
izquierdo